Origen: La Marcha Nórdica, también llamada “Nordic Walking” tiene su origen en Finlandia en los años 30. La practicaban en primer lugar los esquiadores profesionales que en verano se entrenaban a caminar con bastones para no perder sus aptitudes de esquí.
En los años 60 surgió la idea de hacer de este entrenamiento un deporte de pleno derecho.
Luego, a principios de los años 90, surgieron los primeros estudios científicos sobre los beneficios de este deporte y fue a partir de ese momento que se empezó a comercializar la Marcha Nórdica, principalmente con la venta de bastones especializados para este deporte.
Que es: La Marcha Nórdica es un deporte que se hace al aire libre y no se trata solo de una marcha ordinaria sino que de una marcha con bastones especiales y una cierta técnica. Para practicar ese deporte solo se necesita saber las técnicas básicas y tener un apego para la naturaleza (con zapatillas y bastones mejor).
La marcha se hace con la punta de los bastones hacia atrás, como se hace para esquiar. Este movimiento permite ir más rápido porque el cuerpo se proyecta hacia delante. Además, permite también trabajar la casi totalidad de los músculos con suavidad.
Para quién: Este deporte es accesible para todo el mundo. Es decir que no hay ni edad requerida ni condición física especial requerida. Siempre habrá una manera de adaptarse a ti y ese deporte te permitirá recuperar o mantener tu forma. Puedes practicar ese deporte con un club o solo, pero es importante que conozcas las técnicas fundamentales de la Marcha Nórdica.
Conoce los beneficios de la marcha nórdica
Los beneficios de la Marcha Nórdica son numerosos:
- Tonifican los músculos del cuerpo. Los bastones permiten trabajar un 80% de las cadenas musculares. Es decir que las partes superiores del cuerpo están tan trabajadas como las partes inferiores, como las piernas y los glúteos.
- Se puede observar mejoras al nivel cardiovascular. Practicar este deporte es tan rápido como trotar, pero sin correr. Esto también mejora la respiración y también permite una mayor amplitud pulmonar. La oxigenación es reconocida por ser un 60% mejor que con la marcha ordinaria así que se recomienda ese deporte para las personas asmáticas y para mejorar la frecuencia cardíaca en reposo.
- Una mejor coordinación de los movimientos. Es decir que los bastones amplifican el movimiento natural de la marcha y esto da un mejor equilibrio y coordinación entre los brazos y las piernas.
- Previenen la aparición de varias enfermedades como por ejemplo el colesterol alto o la diabetes tipo 2.
- Actúan positivamente sobre la fortificación de los huesos. Plantar los bastones en el suelo crea vibraciones ideales para fortalecerlos.
- Ayudan a perder peso a largo plazo. La Marcha Nórdica permite aumentar los gastos de energía un 40% más que en marcha tradicional. Además, es fácil llegar a nuestra «zona de resistencia» que es la que quema la grasa.
A pesar de todos estos efectos muy positivos, tenemos que avisarte que debes evitar hacer este deporte si sufres de artritis o tendinitis y reumatismo de los miembros superiores. En el caso de la artrosis, debe practicarse con moderación.
Contenido elaborado por el Dr. Marcel Larraz Bustos. Experto en PHD, MD Anestesiología y Tratamiento del Dolor. Especialista en dolor de espalda, dolor neuropático, dolor oncológico, dolor crónico, migrañas, infiltraciones.
El Dr. Marcel Larraz Bustos es un reconocido especialista en el tratamiento del dolor en Córdoba. Posee una amplia experiencia profesional, habiéndose formado durante varios años en áreas como el tratamiento del dolor, el dolor de espalda, el control del dolor postoperatorio, el dolor neuropático y traumático, la radiofrecuencia, las migrañas, la ciática y los bloqueos nerviosos.
Actualmente, trabaja como especialista en tratamiento del dolor y es el director médico de la Unidad Avanzada del Dolor en Córdoba. Asimismo, combina su práctica en la sanidad privada con su labor en el Sistema Andaluz de Salud (SAS), desempeñándose en el Hospital San Juan de Dios de Córdoba.
Graduado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Cartagena, se especializó en Anestesiología y Unidad del Dolor mediante el programa MIR. Además, obtuvo el título de Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Córdoba, logrando la calificación de sobresaliente de honor en su tesis doctoral.
N.º Colegiado: 1406560