¿Qué es la radiofrecuencia o rizólisis?

La rizólisis es una técnica percutánea empleada para tratar ciertas dolencias de la espalda (lumbalgia, cervicalgia y dorsalgia). Para ello, se realizan varias punciones en la zona a tratar con el objetivo de alterar las terminaciones nerviosas que transmiten el dolor producido en las articulaciones.

Este tipo de procedimiento donde se lleva a cabo una denervación mediante corrientes eléctricas es habitual en los tratamientos para el dolor crónico. Así, los avances en radiofrecuencia han marcado un antes y un después en la vida de los pacientes que sufren este tipo de patologías.

¿Quién puede someterse a la rizólisis? 

La rizólisis se lleva a cabo en pacientes que tienen dolor mecánico, es decir, durante el movimiento, en las articulaciones posteriores (facetarias). Únicamente, está indicada cuando no se encuentran perjudicados los nervios que unen la columna con las extremidades.

El procedimiento

La rizólisis tiene lugar en el quirófano. La posición del paciente depende del área a tratar, colocándose boca abajo para tratar dolor lumbar y dorsal y boca arriba para tratar dolor cervical. Además, se suministra anestesia local y control de rayos X. No obstante, en determinadas circunstancias se puede aplicar sedación.

Dependiendo de la zona a tratar (lumbar, dorsal o cervical) se hacen tres o más punciones alrededor de la columna. Las agujas introducidas contienen en su interior un catéter, encargado de emitir la radiofrecuencia. Una vez que el profesional se cerciora de que la punta activa de la aguja está bien situada, se aplica la corriente eléctrica sobre los ramos nerviosos posteriores que transmiten el dolor hacia la faceta articular.

Cuidados tras la intervención

Al ser una técnica no invasiva, el paciente únicamente tiene que quedarse en observación durante un periodo aproximado de 30 a 60 minutos. Después, es necesario esperar alrededor de 24 horas para retomar la actividad diaria habitual. Además, al ser un tratamiento percutáneo, no hace falta colocar grapas o puntos en el área tratada, solamente se cubre la piel con un apósito que puede ser retirado una vez pasadas seis horas.

Por otro lado, es importante recalcar que los efectos del tratamiento pueden tardar días en aparecer. Por esto, no te alarmes si pasados unos días todavía sigues notando signos de dolor en la espalda.

Riesgos o complicaciones

La rizólisis no presenta apenas complicaciones. En algunos casos se ha advertido una leve infección o sangrado en el punto de la punción. No obstante, acude a urgencias si notas fiebre, malestar grave o adormecimiento de extremidades.

En Córdoba sin Dolor contamos con los tratamientos más novedosos y avanzados para múltiples patologías. Entre ellos se encuentra la radiofrecuencia. Por eso, no dudes en contactar con nuestros especialistas para mejorar tu bienestar.

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