Intervencionismo en dolor

Los procedimientos intervencionistas en el manejo del dolor se utilizan típicamente después que fallan las medidas conservadoras y la farmacoterapia.

Los bloqueos de nervios son una herramienta útil para diagnóstico y tratamiento, pero sus efectos pueden ser temporales, los procedimientos neuroliticos tienen mayor tiempo de duración, dentro de estos se encuentran la neurolisis química, crioterapia, y radiofrecuencia; todos estos son estrategias intervencionistas con soporte científico que se deben considerar en pacientes seleccionados.

El primer procedimiento de radiofrecuencia pulsada sobre un ganglio de la raíz dorsal se realizó en 1996 y desde entonces se ha reportado su eficacia para el tratamiento de múltiples condiciones dolorosas que incluyen dolor radicular cervical, dolor facial incluida la neuralgia del Trigemino, dolor de la articulación Sacroiliacas, artropatia facetaria, dolor en hombros, dolor post Cirugía de columna, dolor radicular, dolor inguinal y síndromes miofaciales.

Las técnicas de radiofrecuencia se utilizan en un número creciente de pacientes con condiciones dolorosas debido a su capacidad de crear lesiones controladas en sitios anatómicos específicos con un bajo riesgo de complicaciones, requiere la utilización de pequeños instrumentos o cánulas (procedimiento mínimamente invasivo) en zonas específicas del cuerpo y a través de ellos se tratan las áreas que generan el dolor, de forma directa y precisa, con la ayuda de imágenes radiológicas en tiempo real.

Los métodos imagenologicos más utilizados son el ultrasonido y las imágenes de Rayos X obtenidas por Fluoroscopio.

De esta forma, las lesiones o injurias implicadas en la génesis del dolor pueden visualizarse y reconocerse con precisión sin necesidad de exploración quirúrgica.

Ventajas:

  1. Evita o difiere la necesidad de intervención quirúrgica.
  2. Tiempo de recuperación corto: al tratarse de un procedimiento mínimamente invasivo el periodo de recuperación es menor comparado con la recuperación posquirúrgica.
  3. Menor duración del procedimiento.
  4. Alivio del dolor más prolongado.
  5. Permite la Disminución paulatina de la medicación oral para el dolor, reduciendo los efectos adversos (náuseas; epigastragia, estreñimiento).

Aunque no constituyen por sí mismos una solución definitiva, las técnicas intervencionistas intentan aliviar el dolor causado por diversas patologías (artrosis, lesiones deportivas, hernia discal…) en muchos casos en pacientes con enfermedades asociadas que hacen descartar una posible solución quirúrgica por su excesivo riesgo o bien, cuando el tratamiento quirúrgico no garantice la desaparición del dolor, como ocurre con la cirugía instrumentada de columna.

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