Cefaleas y migrañas
La cefalea, o más comúnmente denominada dolor de cabeza, es una de las formas más comunes de dolor en humanos. Puede ser de varios tipos. Los más frecuentes son la migraña o jaqueca y la cefalea tensional.
La migraña o jaqueca es un problema clínico habitual que afecta al 15% de la población general La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica las migrañas como el trastorno crónico más incapacitante y costoso. Es tres veces más frecuente en mujeres que en hombres y la prevalencia máxima se da principalmente entre los 22 y 55 años de edad. Puede presentarse de dos formas: migraña sin aura, caracterizada por un fuerte dolor de cabeza acompañado de hipersensibilidad a la luz, al ruido y a los olores, así como de náuseas y vómitos; y migraña con aura, caracterizada por síntomas neurológicos, como alteraciones de la visión y, en raras ocasiones, convulsiones motoras parciales. La migraña con aura afecta al 25% de todos los casos de migraña y puede durar desde una hora a varios días. Las causas que originan las migrañas no están del todo claras. Aunque hay un claro componente hereditario, pueden desencadenarse por alimentos como el chocolate, ciertos quesos o el glutamato monosódico. También pueden desencadenarla la abstinencia de cafeína, el consumo de alcohol, la falta de sueño, la fatiga, determinados olores (perfumes, tabaco), ruidos fuertes o luces brillantes y cambios en los niveles hormonales (por ejemplo, durante el ciclo menstrual de las mujeres).
El principal tratamiento de la migraña consiste en controlar los síntomas que origina, como las náuseas o los vómitos, o en prevenirla evitando o alterando los factores que la desencadenan. En caso de migraña leve, fármacos como el paracetamol, ibuprofeno o ácido acetilsalicílico pueden ayudar. Otros fármacos como los triptanes o la ergotamina han demostrado ser eficaces en el tratamiento específico de la migraña.
La cefalea tensional es el tipo más común de dolor de cabeza. Aparece en el 42% de los adultos. Se caracteriza por un dolor o molestia en la cabeza, el cuero cabelludo o el cuello y generalmente se asocia con la tensión de los músculos de estas zonas.
Aunque puede tener lugar a cualquier edad, es más común en adultos y adolescentes. Las contracciones musculares que la originan pueden deberse al estrés, la depresión, la ansiedad o un traumatismo craneal. Otras causas que pueden originarla son el consumo de alcohol, la abstinencia de cafeína, bruxismo, tensión ocular, fatiga, resfriados, gripe u otras infecciones.
El tratamiento de la cefalea tensional consiste en tratar los síntomas o evitar los factores desencadenantes. Puede aliviarse empleando fármacos como el paracetamol, ibuprofeno o el ácido acetil salicílico, así como analgésicos narcóticos o relajantes musculares.
En los casos en que la medicación no es efectiva, estaría indicado la realización de tratamientos avanzados como el uso de toxina botulínica en la musculatura craneal, bloqueos y/o radiofrecuencia de los nervios craneales o la colocación de electrodos epicraneales para el alivio de los síntomas.